Deseo de éxito a la Nueva Polar

Luis Hernán Paúl

Muchas compañías hubieran quebrado o habrían vivido un triste final de haber enfrentado una situación tan difícil como la que se ha visto expuesta La Polar, luego que se descubriera el año pasado el gigantesco fraude montado en su negocio de créditos de consumo. En efecto, estamos hablando de una empresa que en su minuto no tenía prácticamente equipo ejecutivo y cuyos empleados estaban fuertemente desmotivados, que se le venía encima un tremendo problema financiero, que enfrentaba serias dificultades con las autoridades, con proveedores que habían perdido la confianza en la compañía y cuyo negocio de créditos, el cual es fundamental para la tiendas de departamentos, estaba en llamas. 


Sin embargo, en gran medida gracias al significativo esfuerzo realizado por el directorio y la administración de la empresa, comandados respectivamente por César Barros y Patricio Lecaros, ésta ha logrado sobrevivir como empresa independiente. Para ello son múltiples las iniciativas que ha debido sortear con éxito, entre las que se incluyen la aprobación de un convenio judicial preventivo, conformación de un nuevo equipo de ejecutivos, negociación de un plan de compensaciones para los deudores afectados y recientemente la realización de un aumento de capital por cerca de US$ 280 millones.

Ahora que cuenta con los recursos aportados por los accionistas, no obstante, se le viene por delante uno de los desafíos mas fundamentales para revertir la todavía delicada situación que enfrenta la empresa, el cual es demostrar que es capaz de estructurar un modelo de negocios que le permita generar márgenes y resultados suficientemente atractivos y sustentables en el largo plazo. La empresa ha dicho que quiere consolidarse como el cuarto retailer del país y que espera hacer cambios tanto en la forma como maneja el negocio de retail, ofreciendo un nuevo mix de productos y un nuevo layout en sus tiendas, como en el negocio de créditos, a través de una nueva tarjeta de crédito.

Lograr éxito en este plan es una tarea nada menor, porque la empresa se encuentra inserta en una industria dominada por grandes jugadores que dejan muy limitado espacio a jugadores de menor tamaño relativo como La Polar. Además, se trata de una industria que enfrentará un importante ajuste en su negocio crediticio cuando se haga realidad el proyecto de baja en la tasa máxima convencional.

Pero tal como decía anteriormente, tanto el directorio como la administración de la empresa han demostrado tener capacidad para enfrentar todo tipo de adversidades, por lo cual quiero desearles el mayor de los éxitos en lo que espero termine siendo un caso emblemático de “turn-around” o restructuración empresarial.

En Chile contamos con varios casos de desarrollos empresariales muy exitosos. Me refiero a compañías que han experimentado un fuerte desarrollo en los últimos 20-25 años, cuyo tamaño hoy día es varias veces el que tenían antes. Se trata, sin embargo, de empresas que no han enfrentado fraudes y problemas financieros como los de La Polar, cuyo buen desempeño fundamentalmente es producto de haber aprovechado hábilmente las oportunidades de crecimiento orgánico y/o de fusiones y adquisiciones que surgieron tanto en Chile como en otros países latinoamericanos en este período.

Después de la crisis económica de los 80´ quedaron en Chile empresas con dificultades financieras similares a las que se ha visto expuesta La Polar en el último año. Sin embargo, en ese entonces la mayoría de las empresas tenían limitaciones financieras. En esta oportunidad, en cambio, las empresas con las cuales compite La Polar tienen, unas más que otras, buena situación financiera, por lo cual la tarea es más difícil.

Por otra parte, creo que sería muy positivo, no sólo para los agentes directamente relacionados con la empresa (accionistas, acreedores, colaboradores, etc.), sino que para Chile en general, que las cosas se den bien con La Nueva Polar. Ojalá así sea.